Después de una semana en clima caliente vuelvo a mi querida Bogotá, y digo querida con un cierto tono sarcástico, pues aunque amo mi ciudad natal, no hay quien tolere el tráfico, el smog, y el estrés colectivo del que sufre esta ciudad. Pero la realidad de esta ciudad también tiene su encanto, después de días vacíos al frente de una piscina, comienza uno a extrañar la ajetreada vida citadina pues todo buen descanso tiene un limite (el aburrimiento).
En Bogotá hay muchas cosas por hacer, solo pararse en la calle ya es suficiente entretenimiento, se puede observar todo un zoológico transitar por las ocupadas calles de la ciudad (y si, digo zoológico, pues los seres humanos somos capaces de emular todas las características animales imaginables), también existe la posibilidad de disfrutar de un excelente café (personalmente soy fan de los nevados de Juan Valdez pero cuando se habla de café prefiero mil veces oma), salir a bailar en uno de los miles sitios que hay destinados para tal propósito, salir a cine, por una buena cerveza, o a emborracharse hasta caer, rock al parque para quienes son amantes de ese plan, temporadas de opera, teatro… o mi plan favorito: caminar y simplemente ver a la gente, inventar vidas, historias, situaciones…y de vez en cuando hablar con un extraño y oír la historia de su vida… amo la ciudad, amo bogotá, y espero amar este nuevo año…
lunes, 7 de enero de 2008
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8 comentarios:
tú al menos ya volviste, yo sigo también en tierra caliente y me mata el aburrimiento frente a este computador
oye¡
¿quepo yo en estos doce metros?
me gustaría saberlo.
ah y desde ya puedes meter tu mano en mi locker y leer algunas páginas de mi vida...una vida normal como la de cualquier ser humano.
fabian en mis doce metros cabe quien quiera entrar... es asi de simple... y disfruta el calor que simpre tiene algo positivo...
Thank you for your comment! I know, we're not really fading. Leaving home is just something you have to go through, you just turn a new page, it's a beginning!
me encanta el titulo de tu blog!
moe chevere tayito, y si, bogotá es bogotá, es un compendio de culturas, razas, emociones y corazones de todo tipo, el hecho de sentarse a observar gente, permite recrear cuentos inventados en segundos, reflejarse a uno mismo en la gente que ve, y ver como todo fluye, de alguna manera rara, pero esta ciudad se mueve al ritmo de su gente, yo también la adoro...
Joder, lei estas palabras y se me antojo cabron conocer Bogota, ojala un día. Saludos desde México.
yo amo tambien caminar en bogota, cuando salgo de la universidad que queda en la 40, tomo rumbo al sur, (el norte aburre) y el centro... parece sin identidad cada calle humeda.
y cuando tengo cigarros para fumar, imagino que tal calle es cualquier calle. que es la calle de cualquier pais. llego al punto que no tengo lengua, ni bandera, ni soy hincha de nadie ni nada. mi pais es la calle. hasta que alguien me habla.
deberia dejar de fumar jajajaja
momentito. es mi callejon preferido. a mi la contaminacion ya me hace falta.
callejon de 12 metros pa unos supongo ¬¬
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